lunes, agosto 10, 2009
YO TAMPOCO BAILO CON JUANES
Juanes cumple años hoy.
Le regalo mis desordenados pensamientos sobre su concierto en La Habana. (9 de agosto/09)
Mi músico favorito es John Coltrane.
Escucho a Coltrane y vuela mi espíritu.
Salgo de mi.
En ese momento, creo en lo sublime.
Creo en Dios cuando escucho a Coltrane.
Es más, me convenzo de que Dios baja del Cielo y se sienta a mi lado para escuchar a Coltrane.
¿O será que yo subo allá arriba y me siento junto a Dios?
Whatever.
¿Otros?
Thelonius Monk, Duke Ellington, Beny Moré, Chabuca Granda, La Lupe.
Compositores como Rafael Hernández, Agustín Lara, Miguel Matamoros, Armando Manzanero, Pedro Flores, Ñico Saquito, Roberto Cantoral.
En lo clásico, soy clásico.
Bach, Mozart, Beethoven.
¿Cómo no va a ser así?
Me derriten los "Conciertos de Branderburgo."
El "Concerto 21."
Y "Für Elise."
De la música culta de más de acá, caramba, me conmueve "Filandia" de Sibelius.
Uf, y que cursi soy, me encanta la música de la "Cavalleria Rusticana" de Pietro Mascagni.
Me emociono cuando escucho lo que hizo Bocelli con Mascgani, aquello de:
“Corri verso il mare
Sentirai cantare
Questa musica doce che non morira mai.”
Y claro que amo a los Beatles.
La noche que mataron a Lennon, se me salieron las lágrimas.
Todavía, cada vez que voy a Nueva York, me paro frente al Dakota y luego camino al Strawberry Fields del Parque Central.
Y ya que hablo de Lennon, les cuento que nunca le hice mucho caso a sus pronunciamientos políticos.
Me gusta su música.
Lo que hizo con los Beatles.
Y lo que hizo después.
Y claro que mucho de lo que hizo Lennon , acompañado y solo, tenía tinte político.
“Revolution.”
”Working Class Hero.
“Give Peace a Chance.”
“Imagine.”
Caramba, “Imagine” es como una proclama político/religiosa.
Pero sobre todo es arte.
Como es arte puro aquella música de Bob Dylan cuando era joven, a pesar de su contenido de protesta social.
“The Times They’re A Changin,”
“Masters of War.”
Y mi favorita, “The Lonesome Death of Hattie Carroll.”
Dylan, supongo, quería criticar, denunciar, gritar contra la injusticia.
Pero, esencialmente, lo que produjo fue arte.
Arte fue “Blowing In the Wind,” que es un grito contra la injusticia y la guerra.
Arte fue “Just Like a Woman,” que cada vez que la escucho me hace pensar en una mujer que pasó por mi vida.
Pero, en mi forma enredada de pensar y dar expresión a lo que pienso, a lo que voy es a esto:
Ya se confirmó que Juanes dará un concierto en la Plaza de la Revolución en La Habana.
Por mi, que vaya Juanes a cantar a donde le de su reverenda gana.
Que cante con quien quiera.
Pero, perdón, "que culpa tengo yo de que mi sangre suba, que culpa tengo yo de haber nacido en Cuba," como dice la canción que canta Albita Rodríguez.
Soy cubano.
No puedo regresar a Cuba porque para hacerlo tendría que pedir permiso al régimen de la familia que gobierna en mi país desde hace más de cincuenta años.
Y no lo voy a pedir.
Ni me lo darían.
Me gustaría que Juanes esté muy conciente de eso.
Los cubanos, a diferencia de los colombianos como Juanes y la mayoría de la gente en el mundo, no podemos salir ni entrar libremente del país donde nacimos.
Me encantaría poder hablar con Juanes de nuevo.
Lo haría con mucho respeto.
Le diría esto:
Mucha gente ha muerto, Juanes, tratando de salir sin permiso de Cuba.
Entre ellos tres jóvenes negros, a quienes el régimen fusiló en un dos por tres.
Algunos artistas que viven en Cuba, Juanes, firmaron una carta en que apoyaban el fusilamiento de esos tres jóvenes negros.
Entre ellos tu amigo, Silvio Rodríguez.
No sé si sabías eso, Juanes.
A mi me parece terrible que alguien, y mucho más un artista como Silvio Rodríguez , que escribe canciones tan lindas, esté de acuerdo con que fusilen a tres jóvenes pobres a quienes no se les dio oportunidad de defenderse de ese “crimen” tan horrendo de querer salir de su país e ir a vivir a Miami, Juanes.
Eso es lo que hiciste tú, ¿no?
Probablemente tú no te acuerdas de mi, pero yo te conocí cuando no eras famoso y hablamos de eso de vivir en Miami.
Tú viniste a Estados Unidos en busca de oportunidades.
Triunfaste porque tienes talento.
¿No tenían esos pobres jóvenes negros cubanos también la oportunidad de buscar una vida mejor en Estados Unidos?
Quizá no eran artistas.
Pero eran algo más importante.
Eran seres humanos, con sueños que querían conquistar del otro lado del mar porque les había tocado nacer en un lugar donde mataron la esperanza hace mucho tiempo.
Juanes, me caíste bien aquella vez que hablamos.
Me parece que eres un músico de talento, aunque sospecho que eres un poquito vanidoso.
Comenzando con el nombre artístico que te pusiste tú mismo.
Juanes.
Todos esos artistas que usan un solo nombre que adoptaron ellos me parecen vanidosos.
Rafael, Cher, Madonna, Bono.
Hay otros artistas a quienes el público llega a llamar por un solo nombre en reconocimiento de su grandeza.
Así es como Elvis Presley llegó a ser solo Elvis.
Pero eso de ponerse un artista un solo nombre, a mi no me suena bien.
Es como querer ser como Jesús.
O Mahoma.
O el Buda.
Y tú, Juanes, eres solo un artista con una extraordinaria veta poética y una guitarra.
Lo haces bien.
Pero no vas a cambiar el mundo.
Está bien que te guste cantar frente a multitudes.
Ve a Cuba, algo que no puedo hacer yo que nací allí.
Regresa a vivir a Miami, algo que no pudieron hacer los tres infelices jóvenes cubanos con cuyo asesinato estuvieron de acuerdo tu amigo Silvio y mucha de la gente que se encaramará en la tarima de la Plaza de la Revolución contigo.
Toquen música y canten felices.
Yo, que no soy nadie, que soy un simple y desconocido amante de la música que no tiene la culpa de haber nacido en Cuba, estaré en mi casa escuchando a Coltrane ese día.
Por su música.
Y porque me parece que además de ser un artista puro, era honesto.
Estoy seguro que Coltrane sabía lo talentoso que era.
Estoy seguro que en la época que de racismo furibundo que le tocó vivir indudablemente tenía ideas políticas.
Optó, hasta donde sé, en no mezclarlas con su arte.
De por sí, el arte de Coltrane fue una declaración contra la injusticia.
Yo, de niño en un país que aquel en momento no sentía como mío (luego cambié) , siempre me preguntaba como era que había alguna gente blanca racista estúpida como aquellos "Sheriffs" de Alabama y Mississippi que podía pensar que genios como Coltrane, y Duke Ellington, y Miles Davis eran inferiores a ellos.
Coltrane, al igual que Martin Luther King Jr., me hizo detestar el racismo.
Yo no voy a dejar de escuchar tu música, Juanes.
Pero esa noche de tu concierto, escucharé a Coltrane.
Asi le digo.
Coltrane.
Se lo ganó
Escucharé también a alguien que jamás volvió poder cantar en Cuba y a quien llamo por un solo nombre, porque se lo ganó.
Celia.
Escucharé a Celia, Juanes, a quien no dieron permiso para regresar a Cuba ni siquiera para despedirse de su mamá.
Celia murió sin poder volver cantar en Cuba, Juanes.
Ojala lo sepas.
Finalmente, perdóname por lo que dije del nombre artístico que te pusiste.
Dije que te hablaría con respeto y mis comentarios sobre tu nombre son un poco irrespetuosos.
Recuerdo muy bien que tú me dijiste que ese era un nombre que te había puesto un hermano tuyo.
Me disculpo.
Uno tiene derecho a llamarse como quiera.
A mi me bautizaron como Richard.
Era el nombre de uno de mis bisabuelos, un inglés.
Pero yo le decía a mis amigos en la escuela que me habían puesto así por Richard Egües, el flautista de la Orquesta Aragón.
Así siempre he sido con la música, Juanes, a pesar de que no canto ni toco ningún instrumento y bailo bastante mal.
Luego me puse Ricardo, que suena más cubano, ¿no?
Que bueno que tú puedas ir a Cuba.
Que pena que, quieras o no, tu concierto será usado para fines políticos,.
Por mucho que digas que no.
Ricardo Brown
/ tomado de su excelente blog/ ricardobrown.blogia.com
Etiquetas: Juanes en Concierto en La Plaza de la Revolución en La Habana
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