Montag, 17. August 2009

Goriletti.

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“Nada me ha quitado el sueño”: Micheletti
Todas las decisiones han sido difíciles, dice; lo que más le ha sorprendido es el despilfarro económico del anterior Gobierno
17.08.09 - Actualizado: 17.08.09 11:18pm - Tatiana Paz Morel: tatiana.paz@laprensa.hn



Tegucigalpa,

Honduras

Asegura que está relajado, seguro y con la conciencia tranquila tras haber sustituido a Manuel Zelaya el 28 de junio, como se lo mandó la Constitución de la República. El presidente Roberto Micheletti habló por primera vez abiertamente con un medio nacional.

LA PRENSA le consultó sobre su gestión y si le han quitado el sueño las amenazas de la comunidad internacional y del depuesto Presidente.

El gobernante se mostró firme y dijo que Honduras no declina. Llamó a todos los hondureños a no tener miedo e ir a ejercer el sufragio el 29 de noviembre, pues quiere entregar su gobierno el 27 de enero al Presidente que el pueblo haya electo, independientemente del color político.

¿Qué espera de la visita de la misión de cancilleres de la OEA al país?

Extraoficialmente sabemos que primero viene una comisión de derechos humanos esta semana. Oficialmente no sabemos nada. Nuestra comisión que estuvo reunida con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, en Washington, regresó optimista, fue un éxito rotundo. Se reunieron también con dos embajadores de Estados Unidos en la OEA y fue una plática extensa e interesante, según los miembros de la comisión.

Viajarán de nuevo el lunes (ayer) a reunirse con otros miembros de la OEA.

¿Cree que José Miguel Insulza está cambiando su posición y viendo lo que realmente pasó en Honduras?

No creo en los políticos de esa naturaleza; sin embargo, debemos confiar en que hay probabilidades de que el mundo empiece a comprender lo que realmente pasó, y eso lo puede hacer reflexionar por haber enjuiciado a Honduras sin escuchar a todas las partes.

¿Le preocupa la amenaza de las turbas en las calles y que se conviertan en un ejército de resistencia?

No. Creo que nuestro Ejército es profesional. Ya hemos identificados a la mayor parte de la gente que hace esas cosas -vandalismo.

Tenemos vigilados los lugares donde posiblemente haya brotes. Hay una inteligencia militar que está lógicamente en estas cosas. Nos preocupa que estén todavía dándose actos de vandalismo que afectan a la gente más pobre. Si dañan los establecimientos que producen trabajo, afectan a los más necesitados.

Sobre las elecciones, algunos presidentes han expresado que no van a reconocer un nuevo Gobierno electo bajo su mandato. ¿Qué opina?

Los Gobiernos izquierdistas lo han dicho, pero creo que los países entienden que la soberanía hay que respetarla. La decisión de ir a una elección es una decisión del pueblo, no de un particular. El mundo entero debe tener respeto a un proceso electoral, que queremos que sea transparente y masivo y que se convierta en una verdadera fiesta cívica. Que salgan a votar por el hombre que creen que le conviene a Honduras.

¿Ha podido dormir tranquilo después del 28 de junio?

Soy un hombre que confía plenamente en Dios y mis oraciones siempre se las dirijo para que haya paz y tranquilidad en el país y que los hondureños reflexionen. Lo que hicimos está enmarcado en la ley, la Constitución de la República lo permite. Las acusaciones contra el ex presidente -Manuel Zelaya- se hicieron en tiempo y forma; por lo consiguiente, la tranquilidad la mantengo con la firme entereza de que Dios nos va ayudar.

¿Cuál es la decisión más difícil que ha tomado en este tiempo?

Todas han sido difíciles. Nuestro gobierno es de sucesión presidencial y alguna gente en el mismo país internamente no entiende. Hemos tomado decisiones importantes, como establecer que el Ejército y la Policía Nacional tomen decisiones enmarcadas en la ley para evitar que continúe el vandalismo. Le pido a Dios que no permita derrames de sangre en el pueblo hondureño. El Ejército y la Policía sólo reciben instrucciones del presidente de la República, por lo que la responsabilidad no será de ellos, sino mía, y yo sabré defenderme ante las autoridades que me correspondan.

Elvin Santos ha expresado que la crisis política fue originada por usted, Mel Zelaya y Porfirio Lobo. ¿Cómo califica esa opinión?

Respeto los criterios de los ciudadanos. No voy a ponerme en este momento a discutir asuntos políticos, porque estoy totalmente enfocado en trabajar por una Honduras mejor. Eso abarca a los liberales, nacionalistas, pinus, demócratas cristianos, y hasta los vagos que andan haciendo ese tipo de actividades que no dejan nada bueno al país.

Usted ha hecho un llamado a los hondureños para que acudan a votar independientemente del candidato político que escojan.

Eso pido yo. Que el 29 de noviembre no le tengamos miedo a las amenazas de nadie. Ni a los llamados a la insurrección y a no ir a votar.

Los hondureños tenemos que mostrar al mundo entero que queremos vivir en democracia y por eso tomamos esta decisión difícil -la sustitución presidencial-.

¿Cómo era y cómo es ahora la relación con la familia del ex presidente Manuel Zelaya?

Fue política, muy poca amistad. Pero yo lo respetaba como presidente de la República. Lo apoyamos y trabajamos duro para que fuera Presidente y también en el Gobierno. Pero cuando vimos su desviación política de izquierda, con la cual no comulgamos, entonces tomamos las decisiones.

¿Qué opina de la mediación del presidente de Costa Rica, Óscar Arias?

Creo que sí es correcta, nada más que en una mediación no debe haber imposición de ninguna naturaleza, no debe haber órdenes. Se puede platicar para llegar a un acuerdo. Pero estamos de acuerdo con él. Ha tirado unos golpes contra nuestro gobierno; sin embargo, seguimos creyendo que es una buena alternativa.

¿Y de Hugo Chávez qué piensa?

Ni quisiera mencionarlo. Ese señor está loco, está loco. Se pelea hasta con su propia sombra, amenaza a todo mundo y sólo le pedimos a Dios que lo ayude, que lo ilumine y lo haga reflexionar. Con el mundo no puede nadie. Él podrá tener todos los dólares, pero tenemos dignidad y respeto por nuestras leyes y no nos va a doblegar con todo lo que él tenga.

¿Le molesta que lo llamen como él lo apodó?

¿Goriletti? No... -se ríe-. A mí me gusta. Pero no quiero causar división. Le deseo paz y prosperidad a todos ellos, igual a los que andan manchando paredes de establecimientos privados y del Estado y paredes de iglesias, que es un gran pecado.

Y que llamen golpista a su gobierno, ¿le molesta?

Sí me molesta porque no fue un golpe de Estado, sino una sucesión presidencial. Lo que nos llaman gobierno golpista son aquellos países que son enemigos nuestros y los que de alguna forma han perdido oportunidades con el asalto a la economía nacional que estaban haciendo los otros.

¿Por qué cree que la comunidad internacional rechaza drásticamente la separación de Zelaya?

Primero porque los medios de comunicación de Honduras no pudimos introducirnos en el mundo. Chávez, con todo el despliegue de los medios de comunicación que tiene en el mundo, nos afectó.

Pero confiamos que poco a poco, con la colaboración de muchos amigos, hemos ido rompiendo ese hielo que se había levantado.

¿En su gobierno se revisará el tratado de la Alternativa Bolivariana, Alba?

Ya se está revisando. Tenemos mucha confianza en que pronto se tome una decisión con el gobierno nuestro y el Congreso Nacional.

Estoy totalmente seguro de que esos acuerdos no han traído ningún bienestar al pueblo, sino diferencia entre ciudadanos de diferentes clases sociales que no lo merecen.

¿Cómo está la relación con Estados Unidos?

Tengo confianza y fe de que, a pesar de las decisiones que toman, no van a permitir que este pueblo esté en circunstancias drásticas.

Tengo fe de que van a abrir los espacios para permitirles vivir con dignidad, honestidad, transparencia y oportunidades de trabajo.

Del viaje del embajador de Estados Unidos, Hugo Llorens, ¿qué sabe?

No sé, no tengo conocimiento. Sólo sé que partió el viernes. Los hondureños tenemos mucho que reclamarle a ese señor, pero es una decisión soberana de su país si lo sacan por siempre o lo mandan a otro país.

De las irregularidades encontradas en el gobierno de Zelaya, ¿cuál lo ha impresionado a usted?

El despilfarro económico que han tenido esas autoridades de una forma abusiva y grosera contra el pueblo hondureño. Gastos personales que superan millones y millones de lempiras.

También, como el pueblo hondureño lo sabe, sustracciones de dinero en efectivo del Banco Central. Eso nos tiene sorprendidos por la relación que al final del Gobierno se dio entre la empresa privada y las pequeñas empresas y la falta de dinero para solventar tantos problemas.

¿Va a regresar Manuel Zelaya a la Presidencia?

Me gustaría que regresara, pero a cumplir con las leyes de la República. Eso significa que regrese y se presente a los tribunales a responder por los 18 delitos de que se le acusa.

Zelaya, a través de algunos de sus ex funcionarios, ha enviado mensajes de que no le interesa regresar a la Presidencia.

Ellos están en esa posición; es su criterio. Así dijeron que no estaban con el Acuerdo de San José y hoy dicen que están. Nadie los entiende. Nosotros sí tenemos una posición firme.

¿Qué estrategias tiene su gobierno para devolverle la tranquilidad a Honduras?

Estamos por todos los medios dándole confianza al magisterio, que ha mantenido una actitud intolerante y grosera. A los demás empleados del Gobierno y los sindicatos de trabajadores los llamamos al diálogo. Agradezco a los grupos cívicos que han colaborado y a la empresa privada.

¿Cómo cree que lo va a registrar la historia de Honduras?

Como un hombre común y corriente que en un momento determinado tomó decisiones junto a otro grupo de hombres y mujeres para sostener la democracia en el país.

Un hombre que siempre quiso lo mejor para Honduras, que inició un servicio a la Patria en el momento oportuno, ama a su país y no desea bajo ninguna circunstancia algo malo para ninguno de sus ciudadanos.

¿Cómo está su conciencia?

Mi conciencia está tranquila, y por eso digo que nada me ha quitado el sueño. Yo me encomiendo a Dios.

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